23 de septiembre de 2011

ENSEMBLE MEDITERRAIN - 20 de agosto






ENTREVISTA A BRUNO BORRALHINHO (cellista)

- ¿Cómo surge el Ensemble Mediterrain?- El Ensemble comenzó como un trío hace diez años. Éramos primero un trío de cello, clarinete y piano; con los años y por una cuestión del repertorio, porque no hay mucho para una integración tal, sentimos la necesidad de agrandar el formato y decidimos hacerle un ensemble libre por el 2006. Desde entonces, seguimos haciendo conciertos como trío, pero preferimos formaciones más numerosas.

- ¿Qué motivó a la creación del grupo?
- Apareció la idea por una cuestión de amistad entre colegas de la Universidad de Berlín. Éramos un cellista portugués, una clarinetista española y un pianista francés. De allí vino la idea de hacer el trío pensando en dedicarnos al repertorio de compositores de países mediterráneos, como Portugal, España, Francia, Italia, etc. Obviamente mezclándolos también con el repertorio clásico del centro de Europa. También nos resultó atractiva la idea una integración tan atípica en el ámbito musical. Cuartetos y tríos con piano hay centenas, por lo que nos pareció interesante tomar este camino.

- ¿Cuál considera qué son los compositores en los que se especializa el Ensemble?
- Tratamos de hacer un poco de todo. Por supuesto que tenemos prioridades que nunca dejamos de lado; no queremos caer en el repertorio más habitual. Lo que podría establecerse como la primer misión del grupo es la de tocar compositores de España, Francia, Portugal e Italia. También tenemos mucho interés por la música contemporánea y tenemos muchos proyectos en torno a esta. Por ejemplo, grabamos hace tres años un disco con cuatro obras de compositores portugueses dedicadas a nosotros. Estamos siempre atentos a nuevo repertorio. A su vez nos interesa tocar con agrupaciones numerosas, como puede ser un secteto u octeto de Schubert, que no se escucha a menudo.

- ¿Cómo resulta incluir una voz en la programación?
- Es un elemento completamente distinto. Los cantantes tienen una forma de trabajar e interpretar muy especial, por lo que tenemos que adaptarnos a ello. Es muy interesante que como no es un instrumento, tiene características especiales, como los colores, timbres, tomar determinados tiempos; cosas que los instrumentistas no hacemos.

- ¿Qué puede decir sobre el programa?
- La primera característica es que es muy variado. Tenemos un compositor netamente alemán como Brahms y otro compositor alemán que recuerda al repertorio operístico italiano, Mendelssohn. Las Seis Canciones Alemanas de Spohr son muy poco tocadas, y el compositor mismo no ha logrado el reconocimiento que debería tener. Esta obra es muy bonita y no está por detrás de las obras más aclamadas de Brahms. Por último tocaremos un estreno de un arreglo mío de las Siete Canciones Populares Españolas de Manuel de Falla. No hace mucha falta presentar este compositor; es el padre de la música española, de todo un estilo y escuela de componer, en la que se comenzaron a juntar los elementos folklóricos a la música clásica. Este es un ejemplo perfecto de esto, en donde la obra gana riqueza con la presencia de la voz y el texto.

- ¿Qué tan complicado es combinar las obligaciones entre otras orquestas y el Ensemble?
- Es bastante arduo. Pero creo que todos mis colegas piensan como yo, en cuanto a que cada uno tiene su puesto en una orquesta, y después la música de cámara es el tocar por placer, por compartir con amigos, de tocar repertorio fantástico. Claro que uno tiene otro protagonismo en la música de cámara que en la orquesta, en medio de cien personas. Yo trato de tener proyectos de todo, como solista, en la orquesta y de cámara. Es lo que me parece más sano para mi.


CHRISTOPHORUS SYMPHONIE ORCHESTER STUTTGART - 13 de agosto











ENTREVISTA A PATRICK STRUB (director)

- ¿Cómo se siente trabajar con la Christophorus Symphonie Orchester por tantos años?
- Honestamente, ya puedo afirmar que es mi orquesta. No la fundé, pero venimos presentándonos hace ya más de treinta años. Cuando comenzamos era un pequeño grupo de estudiantes y con los años hemos construido lo que es hoy en día, una orquesta de aproximadamente cien miembros.

- ¿Qué tiene que decir respecto a la variada integración en cuanto a edades?
- Nuestra orquesta es totalmente mixta y esa es una de sus cualidades. Poseemos algo así como un “espejo de la sociedad”; hay gente en el colegio o que está por terminarlo, hay estudiantes profesionales, hay altos profesionales en otras carreras, como directores de compañías, doctores, etc. Cuando llegan a los ensayos, todos se concentran en la música y no hacemos ninguna diferencia de puestos. Yo soy tan importante como los jóvenes estudiantes; todos tenemos un mismo objetivo: trabajar en la partitura y el compositor.

- Se podría decir entonces que es una orquesta que brinda un gran entrenamiento para los músicos jóvenes, ¿no?
- Exacto. Muchos de los integrantes pasados han decidido profesionalizarse luego de su paso tras la orquesta y han obtenido grandes posiciones en el ámbito musical alemán, así como en el extranjero.

-¿Qué puede decirnos acerca del programa?
- Empezamos con Weber. Él es el fundador del género de la ópera romántica alemana, que comenzó con “El cazador furtivo”. “Oberón” posee una gran historia fantástica, a tal punto que eso ha condicionado su frecuencia en las casas de ópera actualmente. Pero su obertura es chispeante y joven. El concierto para violín de Brahms es uno de los tres grandes conciertos para para el instrumento. Creo que no se necesitan palabras para hablar de la quinta sinfonía de Beethoven, ¿verdad?

- ¿Cómo fue su transición de sus estudios de musicología y psicología a su actual profesión?
- El problema fue que no me gustaba pasarme horas en bibliotecas, leyendo y nada más. Me interesaba tocar, y de hecho mi primera carrera fue como violinista profesional. La dirección fue algo que se dio por casualidad.

- ¿Por qué abandonó su carrera como violinista?
- Llega un momento en la vida en la que uno debe elegir, no puedes hacer las dos cosas. Dirigir es muy difícil y muy demandante. Te paras en frente de sesenta o setenta personas y si no estas preparado, ellos pueden notarlo. Tal como sucede en la escuela, cuando tienes una maestra mala y la clase se dispersa.

- ¿Cómo ve a sus otros estudios reflejados en su trabajo actual?
- Creo que hay alguna influencia. Pero hay una gran diferencia entre estudiar psicología y practicarla. Como leer un libro y hablar sobre ese libro o ser un actor y pararse en un escenario y actuar. Pero creo que la psicología me ha dado ciertas claves para darme cuenta cuándo no debo exigir tanto sobre algo en particular, así como no hacer explotar ciertas situaciones. En definitiva, me ha ayudado a manejar conflictos. Hay muchos conflictos en orquestas con tanta gente, en una sola habitación y con mucho sonido. Siempre hay alguno que no estudió su parte, otro que se peleó con su novia, otro que piensa en su próximo examen. De todas formas, tenemos una excelente relación entre los miembros de la orquesta.

12 de agosto de 2011

CAFÉ ZIMMERMANN - 25 de junio


ENTREVISTA A PABLO VALETTI (primer violín y director)

- ¿Qué inquietud lo abocó a la música barroca?

- El interés principal es el repertorio mismo. Yo primero toqué el repertorio clásico para violín en la Filarmónica de Buenos Aires y demás orquestas. Lo que implica la producción barroca es la investigación del contexto de la música, o sea el marco histórico en el que fue compuesta. Hay que encontrar información de cómo esta música era tocada y cuál era su significado. Es un trabajo interesante que va al lado de la música, del trabajo instrumental, y que es muy enriquecedor.

- ¿Qué cualidades encuentra dentro de la música barroca?

- Hay períodos que me cuestan más, que no entiendo muy bien y personalmente me llegan menos. Por ejemplo el repertorio romántico, no lo critico, sino que no lo comprendo bien. El repertorio barroco creo entender mejor cómo está escrito y qué quiere decir. Con el clásico me pasa lo mismo, con la música hasta Beethoven. Creo que es una cuestión de afinidades, lo que a uno le sienta mejor y le gusta más, que es lo que da la motivación para estudiar.

- ¿Qué recuerdos tiene de su período estudiantil en la Schola Cantorum Basiliensis?

- La Schola Cantorum es una escuela bastante particular. Muchos de los profesores son también los directores más conocidos en el mundo de la música barroca. Por ello, hay un pasaje que se hace a menudo, que es el que hicimos la mayor parte de nosotros, del estudiante al profesional. En esta escuela empecé mi actividad, de modo que cuando iniciamos el Café Zimmermann, teníamos ya cada uno una vida profesional con directores como René Jacobs o Jordi Savall. Nosotros éramos amigos, además de compañeros, y el gusto y las ganas de investigar y trabajar juntos, fue lo que hizo que empezáramos a trabajar juntos. Luego hubo una cuestión de afinidad e interés por el repertorio alemán. Ya hace más de 10 años que tocamos juntos.

- ¿Cómo influyen las afinidades en la dinámica de trabajo?

- Favorecen al acuerdo básico, para avanzar en nuestro estudio. Obviamente siempre hay discusiones y alguna que otra pelea, pero con el tiempo nos hemos hecho amigos y espero que siga así.

- ¿Qué singularidad posee Café Zimmermann?

- Una cosa que lo caracteriza es la proveniencia de los músicos, que es muy diversa. Por lo general nos presentamos con músicos checos, norteamericanos, italianos, franceses y argentinos. Hemos tenido alguna producción en la que hemos llegado a contar doce nacionalidades. Aparte del lado anecdótico, tiene un atractivo interesante, que radica en que la gente que viene de países tan diferentes como puede ser la República Checa, Canadá, Argentina o Francia, tienen educaciones e idiosincrasias diferentes, maneras de pensar y expresarse. En general, hay un encuentro de culturas y en algunos casos choques, discusiones por malentendidos de la manera de expresarse de un pueblo a otro, que las mismas palabras quieren decir cosas diferentes. De todos modos es una característica muy enriquecedora. Yo coordino las iniciativas de todos los integrantes y creo que esa es la característica más importante del grupo: la interpretación no está construida en torno a una sola persona, sino que es realmente una coproducción. Es muy democrático.

- ¿Cómo ve posicionada la música barroca hoy en día?

- El mundo de la música clásica y otra música es cada vez más variado. Cada vez hay más gente y más posibilidades de hacer lo que uno tiene ganas. Inclusive, por una parte hay una especie de deserción muy aguda; un músico va a buscar las diferencias de estilo entre dos ciudades que distan a 100 km o la misma ciudad a 30 años de diferencia, lo cual implica un grado de especialización y detalles muy grande. Hay otros músicos que van a tocar maravillosamente una pieza de Bach al acordeón, lo cual implica una cierta libertad. Hay gente que es más rígida en cuanto a esto, que cree que hay tomar una posición y que las otras están mal. Yo pienso que cada uno hace lo que quiere. Hoy en día grabar un disco es una cosa muy sencilla, cualquiera que realmente lo decida puede hacer un disco y editarlo.

- ¿Hay un auge de la música barroca?

- En Europa lo hay. Hay también un efecto, que hace hasta unos 15 años la música barroca era como un mundo aparte en el cuadro de la escena musical europea. Ahora la ópera barroca es parte de la programación impuesta en cualquier casa de ópera importante. Y también empieza a haber grandes orquestas, como la Berliner Philharmoniker, que cuando hacen una pieza barroca se preocupan por utilizar arcos barrocos. Hace 10 años se hubieran reído de esta idea, les hubiera causado gracia y la hubieran despreciado. Pienso que el hecho de la presencia de la música barroca, la experiencia y el asentamiento de esta manera de tocar, ha hecho que grandes músicos que en una época jamás se hubieran interesado, se interesen hoy en día.

- ¿Qué proyectos le esperan a Café Zimmermann?

- A partir de este año estamos en residencia en el gran teatro de Aix-en-Provence, una casa de ópera magnifica que nos acoge y nos da una gran posibilidad. Entonces en este cuadro tenemos proyectos orquestales y de ópera. Terminamos el último disco de la serie de seis discos dedicados a Bach, que saldrá a fin de año; el final de un largo proyecto y un gran ciclo. Nos seguiremos dedicando a la música alemana y la música que vino después de Bach, los hijos de Bach y el joven Mozart por otro lado. Nos estamos abriendo a la música vocal y a la música italiana, el barroco tardío particularmente. Estamos preparando un programa titulado “Todo menos Vivaldi”, que consta de música barroca de la época de este compositor, que tiene tanta calidad como la de Vivaldi, pero es menos conocida.

24 de junio de 2011

ORQUESTA DE CÁMARA DE CHILE - 4 de junio


ENTREVISTA A JUAN PABLO IZQUIERDO (director)

- ¿Cuándo empezó su actividad como director de la Orquesta de Cámara de Chile?

- Empecé hace tres años y medio, habiendo dirigido anteriormente muchas veces la orquesta como invitado.

- ¿Siente que ha logrado sacar un sonido particular de la orquesta?

- Creo que sí. Eso fue una de mis intenciones iniciales y, modestamente creo, uno de los logros. Se estaba buscando un tipo de sonoridad que sea un camino intermedio entre una gran claridad, pero a la vez un gran sentido del legato, porque como en el caso de este escenario, con tanto ropaje y más bien de sonoridad seca, debemos cambiar nuestra manera de tocar y lograr un sonido más legato. Esta es una de las cualidades de la orquesta; podemos cambiar el sonido de acuerdo a los distintos lugares, sin afectar el sonido propio que nos identifica.

- ¿Tienen un repertorio predilecto?

- No. Uno de los cambios que propulsé, y que se ha ido logrando, es que toquemos toda la música de orquesta de cámara, por supuesto, que va entre la música barroca de Bach hasta el presente. Tocamos todos los estilos. De todas formas, esta es una orquesta que toca con mucho entusiasmo y propiedad los clásicos vienenses, como Haydn y Mozart. Hoy tocamos la tercera sinfonía de Beethoven con un número de músicos similar a la época del compositor. Hay una carta donde él escribe que para el estreno de su séptima sinfonía esperaba que hubiera al menos cuatro violines seguros. Eso significa que lo hacían con orquestas pequeñas en algunas ocasiones, y en otras contaban con un mayor número de músicos. Yo creo que en este caso, nuestra orquesta logra una gran claridad en el sonido y un gran equilibrio entre los distintos sectores. Una gran cantidad de voces internas son emitidas, y es precisamente esto lo que generalmente se pierde en orquestas demasiado grandes.

- ¿Cuál es la relación entre las obras interpretadas?

- Considerando el programa en su totalidad, hay una gran relación entre la obertura Prometo y la Sinfonía Heroica de Beethoven. Este era un gran lector de la mitología clásica en general. Prometeo fue el dios que entregó el fuego a los hombres y fue castigado brutalmente por los otros dioses porque consideraban que ello era un privilegio únicamente de ellos. Entonces creo que esta figura mitológica representa mucho la idea “prometeica” de Beethoven, de ir entregando la bondad hacia los hombres, la alegría, como lo llama en su novena sinfonía. Por lo tanto la figura de Prometeo aparece claramente en el primer movimiento de la sinfonía Heroica. En el segundo movimiento está la caída, en el tercero el renacer y en el último la gran fiesta dionisíaca del final. Respecto al tercer concierto para violín de Mozart existe una relación de cuerdas, porque por supuesto Beethoven es posterior a Mozart, pero es de la misma familia, por así decirlo.

- ¿Cómo ha sido trabajar con la joven violinista Lucía Luque?

- La verdad es que tengo la experiencia de trabajar con una persona que bien siendo muy joven, es muy madura como música. Entonces para nosotros esto ha sido muy bueno trabajar con ella, hemos tenido una muy buena relación. La orquesta le tiene un enorme respeto.

- ¿Es más fácil trabajar con solistas jóvenes, más moldeables, que con solistas más experimentados?

- Sí, puede ser. Ella tiene una gran ductilidad. Es más bien un problema de la madurez musical, diría yo, porque cuando hay una madurez musical, eso incluye una ductilidad. Está intrínsicamente ligado. En resumen, estamos muy contentos de trabajar con ella y creo que tiene un presente y un porvenir muy bueno como solista.

CONCILIUM MUSICUM WIEN - 21 de mayo


ENTREVISTA A CHRISTOPH ANGERER (1er violín y director)

- ¿Cuándo comenzó la actividad del grupo?

- Concilium Musicum Wien empezó en el 1982. El año que viene cumpliremos 30 años ya dentro de la escena musical.

- ¿Cuál fue la motivación inicial del conjunto?

- Nuestra idea es poder interpretar la música vienesa, tanto barroca y clásica, como todo el repertorio de danzas del siglo XIX y XX con nuestros instrumentos de época.

- ¿Cuáles compositores considerarían como su especialidad?

- Tenemos muchos. Entre los favoritos están Haydn, Mozart, Beethoven, Schubert y la música de danza vienesa, como la producción de la familia Strauss. Pero de todas formas, nos sentimos cómodos tocando muchos otros de quizás menor perfil, como Johann Joseph Fux y Antonio Caldara.

- ¿Cuál es la intención del programa presentado esta noche?

- El programa es un largo recorrido por la evolución de la música de danza desde Mozart hasta Strauss.

- ¿Cómo resulta tocar Johann Strauss, padre e hijo, con instrumentos de época?

- Es diferente tocarlo con nuestros instrumentos. Logramos sacarle un sonido nuevo y diferente.

- ¿Considera que la música barroca debería ser tocada siempre con instrumentos de época?

- No, no es importante. Pero sin duda, el sonido será mejor.

- En el caso de Johann Sebastian Bach particularmente, ¿cree que tocarlo sin respetar los parámetros de la época aniquila cierto espíritu de sus obras?

- Yo creo que no porque Bach está por encima de todo. Se puede tocar en forma de swing o jazz y seguirá siendo maravilloso.

- ¿Qué proyectos le esperan al Concilium Musicum Wien?

- En los próximos meses vamos a tocar diversas obras de Caldara en Alemania. Luego interpretaremos Vivaldi y compositores franceses. Luego, como resultado de estos conciertos, grabaremos muchas de estas obras.

28 de octubre de 2010

MANDERLING QUARTET - 11 de setiembre






ENTREVISTA A NANETTE SCHMIDT (violín II) y BERNHARD SCHMIDT (violoncello)

- ¿Quién tuvo la idea de tocar juntos?
Nanette Schmidt- Fue hace tanto tiempo atrás que ya nos es difícil recordarlo. Comenzó dentro de la familia como algo informal entre hermanos.

- Cada unos de sus conciertos está realizada en torno a una temática en particular. ¿Cuál sería la de esta noche en la que tenemos Beethoven y Haydn por un lado, y Shostakovich por otro?
Bernhard Schmidt- En el período clásico habían relaciones culturales muy próximas entre Viena y Rusia, que nos resultan muy interesantes por el rico intercambio que lograron. El hecho de que tanto Beethoven como Haydn dedicaran cuartetos de cuerda a nobles rusos prueba este punto. Se nos ocurrió combinar un compositor puramente ruso como Shostakovich, junto con dos compositores clásicos, cuyas obras están dedicadas a aristócratas rusos.

- Respecto a Shostakovich, ¿por qué lo eligieron para grabar toda su producción de cuartetos?
B.S- Porque es uno de los mejores compositores de todos los tiempos, sobre todo del siglo XX. Nos gusta el carácter emocional de su música, que no es simplemente pensada y construida, sino que es muy sentida por el compositor, los músicos que la tocamos y el público que la oye.

- ¿Qué otro compositor piensan grabar integramente?
N.S- Nuestro próximo proyecto es grabar toda la obra de cámara de Felix Mendelssohn.

- Cuéntenos un poco acerca del HAMBACHERMusikFEST que organizan año tras año. ¿Cómo se originó?
N.S- Empezamos el festival 15 años atrás, con la idea de hacer un lindo festival de cámara en un lugar agradable de nuestra ciudad natal, como lo es el castillo de Hambach. Es un lugar hermoso, donde hay muchos viñedos, donde realizamos conciertos al aire libre. A la hora de comenzar, sabíamos que a nuestros fans y amigos de la ciudad les iba a interesar tener la posibilidad de acceder a un evento de estas características. Con el tiempo se fue desarrollando y volviendo un acontecimiento cada vez mayor.
B.S- A su vez, cuando tocas como cuarteto, muchas veces se invitan artistas, con los que quedan más proyectos y conciertos pautados. Este festival es el marco perfecto para invitar a nuestros músicos amigos, sobre todo para tocar piezas que raramente se oyen en salas de conciertos, que poseen combinaciones inusuales con instrumentos como trompeta, harpa, etc.
N.S- También hay que mencionar que se le da lugar a los jóvenes artistas, con un concierto especialmente para ellos.

- ¿Tocan exclusivamente para el cuarteto?
N.S- Exacto. No tocamos en orquestas.

- ¿Lo prefieren así?
N.S- ¡Absolutamente! De todas formas no me molestaría tocar de tanto en cuanto en alguna buena orquesta.
B.S- Yo prefiero la música de cámara, porque hay un pensamiento unificado de un grupo pequeño y no 100 músicos. El repertorio sinfónico es sensacional, pero creo que en un cuarteto se puede hacer más, musicalmente hablando.
N.S- Eres tu propio jefe, no tienes director. Si no te gusta el director y tienes que hacer lo que el quiere, probablemente no se llegue a resultados positivos.

- ¿Creen que el público se inclina hacia la música sinfónica?
B.S- El público de música de cámara casi siempre es el de los más conocedores y especializados en música. Me parece que el público siempre tuvo la tendencia de escuchar más el género sinfónico y la ópera. Pero si la gente empieza interesándose por estos géneros, probablemente se vaya cultivando al punto de que le guste la música de cámara. Mucha gente me ha manifestado vivir este proceso.

- ¿Existe una oleada de música de cámara en Europa?
B.S- Sí creo que hay un cierto crecimiento en la interpretación de música para cuartetos. Nuestro productor de grabaciones nos dice que los cuartetos de cuerda son el elemento que el público encuentra más interesante dentro de la música de cámara hoy en día.
N.S- También creo que hay un gran crecimiento de grupos de de música de cámara, especialmente cuartetos de cuerda. Comparado con 20 años atrás, hay muchos más cuartetos jóvenes con muchísimo éxito.

- ¿Hacia dónde creen que va la música clásica?
B.S- Yo creo que siempre estará, y será un punto de interés y amor para la gente, pero hay que trabajar para que el número de oyentes no disminuya. Hay que atraer al público joven y mostrarles que hacer música es genial. Como músicos, tenemos la obligación de ayudar a lograr esto, porque una vez que la gente interioriza la música, recibe un gran regalo para sus vidas. Debemos ayudar a la gente a alcanzar esto.

2 de septiembre de 2010

CALIFORNIA YOUTH SYMPHONY - 26 de junio


ENTREVISTA A LEO EYLAR, director de CYS

- ¿Cuál es la relación que tiene con la orquesta luego de 20 años junto a ella?
- Soy el director musical de toda la organización, que comprende 500 alumnos en cuatro diferentes orquestas. Obviamente estoy muy ligado a ella, ya que he trabajado con miles de estudiantes de secundaria a través de los años a los cuales recuerdo con mucha estima. Muchos vuelven después de terminar la universidad y me dicen que esta sigue siendo la mejor experiencia en música que han tenido.

- ¿Cuáles son las cualidades básicas que tiene que tener un conductor para trabajar con jóvenes?
- Paciencia, un buen sentido del humor y principalmente la capacidad de inspirarlos, es decir, lograr que se involucren y entusiasmen con la música. Mi trabajo se reduce, como me gusta decir, a encender la llama en cada uno de los integrantes para que se apasionen por la música; después de todo la música es pasión en si misma.

- ¿Qué tan exigente se puede ser con jóvenes?
- Yo puedo ser extremadamente exigente con ellos, ya que son los mejores músicos jóvenes de San Francisco Bay, cuya población es de cinco millones de habitantes. Escucho audicionar a 500 adolescentes por año para ingresar a 30 posiciones aproximadamente, ya que muchos integrantes terminan el liceo, comienzan la universidad y deben dejar la orquesta. En ese sentido siento que soy muy afortunado de poder elegir a los mejores músicos de la ciudad.

- ¿Prefiere trabajar con jóvenes o adultos?
- Prefiero trabajar con jóvenes, considerando que trabajo con adultos profesionales también. La razón por la cual prefiero esto es el hecho que los músicos profesionales de Estados Unidos no tienen pasión. Están cansados, quieren estar solos con su música, no les gusta el director y muchas veces se consideran mejor que éste, por lo cual se dificulta el trabajo. Si bien no tengo que estar trabajando en un programa por tres meses, como sucede con una orquesta juvenil, y tocan mejor, cosa que aceptamos sin problemas, los adultos no poseen el entusiasmo que tienen estos jóvenes, lo cual estimo como mucho más valioso.

- Usted trabaja como compositor además. ¿Está trabajando en algo nuevo?
- Por el momento no, estoy ocupado con otras cosas. Soy marinero por otro lado, y acabo de recibir la licencia de capitán, por lo que me encuentro ocupado en esa actividad, sin tiempo de componer.

- ¿Dónde encuentra la inspiración para componer?
- En la naturaleza. Soy una persona que ama estar al aire libre.

- ¿Cómo se combina la música y el navegar?
- Son como el agua y el aceite. Es muy difícil. Para mi es un cambio positivo, debido a que mi vida ha sido sólo música desde que soy pequeño. Mi hermana tocaba, mi madre era pianista profesional y mi tío un famoso compositor de música para películas hollywoodenses. Obviamente amo la música, pero hay otras cosas en la vida, por lo que decidí hace 10 años tomar clases para ser capitán.

- ¿En qué se basa para elegir el repertorio de la orquesta?
- Me gusta que sean programas accesibles, que el público entienda y disfrute. También deben ser placenteros para los músicos, al mismo tiempo que desafiantes. Me gusta encontrar un balance entre períodos a su vez; un poco de romanticismo, de música contemporánea, etc.

- ¿Una reflexión final?
- Hemos tenido una estadía fantástica en Uruguay, nos trataron increíblemente bien. La gente es muy amigable y definitivamente quisiéramos volver. A los chicos les ha gustado mucho.

31 de agosto de 2010

EGGNER TRIO - 12 de junio


ENTREVISTA A INTEGRANTES DE EGGNER TRIO
- ¿Cuál de ustedes tuvo la idea de trabajar juntos en un trío?
Florian Eggner- Fue Cristoph quien tuvo la idea, ya que es el mayor, me lleva siete años de diferencia. Fue durante las vacaciones de verano, cuando yo tenía 11 años, que Cristoph volvió a casa con la idea de tocar algunos tríos, ya que era solamente en esta estación que estábamos todos juntos en casa. Fue así que empezamos a tocar progresivamente, debido a que yo no podía tocar cosas muy complejas al principio.

- ¿Cuándo empezaron a presentarse oficialmente en público?
F.E- Fue en 1997 que acordamos considerar nuestro trío como nuestra profesión.

- ¿Cuánto ayuda el hecho de ser hermanos a la hora de tocar?
F.E- No es que ser hermanos nos haga tocar mejor, tenemos que trabajar duro igual que el resto e invertir mucho tiempo en práctica. Nos resulta beneficioso en el escenario porque nos sentimos más afines que otros grupos, ya que nos conocemos muy bien y tenemos las mismas vibras. A su vez es lindo tener la oportunidad de hacer una gira con tu familia.

- ¿Todos participan de la misma manera en el trío o cada uno cada uno desempeña una función en particular?
Cristoph Eggner- Generalmente, como tocamos instrumentos diferentes, cada uno aporta su punto de vista para luego hacer una mezcla de las tres opiniones y llegar a un consenso. También depende de qué piezas toquemos, ya que en algunas prima más un instrumento que otro. De todas formas eso es difícil de decir así que tratamos de hacer una versión democrática de cada obra.
F.E- Depende del programa que interpretemos también. Cada uno tiene una conexión especial y diferente con determinados compositores; alguno siente más a Ravel, otro más a Shostakovich. Por ende, muchas veces el líder es quien se conecta más con el compositor en cuestión.

- ¿Tienen lugares predilectos para tocar?
F.E- Sí, nos gusta mucho el Concertgebouw de Amsterdam, Köllner Philharmonie, Whitmore Hall, Palau de la Música.
C.E- También el Schubertiade Schwarzenberg Festival tiene una sala de conciertos muy buena, donde se desarrolla dicho festival especializado en Schubert. Es en Austria, muy cercano a Suiza, y reúne en mi opinión las circunstancias perfectas para tocar.

- ¿Cómo se ha desarrollado su primera gira en Sudamérica?
Georg Eggner- Fue muy bien organizada, nos sentimos muy cómodos y atendidos por todos tanto en el escenario como en el backstage. La gente ha sido muy cálida y hemos congeniado notablemente bien. Asimismo, el recorrer tantos países en tanto conciertos nos ha permitido llevarnos varias impresiones de cada lugar.

- ¿Qué diferencias notaron entre el público sudamericano y el europeo?
F.E- Nos llamó la atención cuando tocamos en Jujuy que la gente fuera tan emocional y aplaudiera cada vez que sintiera las ganas de hacerlo, sin importar que fuera entre movimientos. A su vez, aplauden cuando algo les gusta mucho y no en los movimientos lentos, como el último movimiento del Geister-Trio de Beethoven que termina suavemente. En Europa esto jamás pasaría. Honestamente creo que esto es algo muy bueno, ya que si tienes ganas de aplaudir, debes aplaudir.
G.E- Es una reacción honesta, es decir, cuando sienten que deben reaccionar a algo, reaccionan. Y si el silencio es la mejor manera de disfrutar un determinado momento, entonces no aplauden. Esto no solamente pasó en Jujuy, pero fue ahí que lo notamos más claramente.

- ¿El hecho de estar en gira constantemente afecta las performances?
F.E- En mi opinión no afecta el tocar. Cuando vas en el autobús, por ejemplo, duermes por estar cansado, pero cuando estas en el escenario todo eso desaparece.
G.E- Esta gira tampoco fue muy larga, ya que hemos tenido otras más exigentes. También las distancias y vuelos son más cortos, por lo que esta gira no ha sido cansadora.
F.E- Además estuvo tan bien organizada que los días que viajamos no tuvimos concierto, por lo que siempre pudimos relajarnos previo a los conciertos.

- ¿Tienen algún disco a lanzar?
F.E- Sí, hicimos un disco de compositores austriacos modernos, amigos nuestros, que han compuesto tríos para nosotros. Saldrá después del verano.

- ¿Cómo evalúan la experiencia de trabajar con grupos como el cuarteto Alban Berg y el trío Beaux-Arts?
F.E- La experiencia fue genial y muy necesaria para nosotros. Ellos nos han enseñado cosas que determinaron la manera en la que tocamos hoy en día, por lo que su presencia ha sido fundamental.
C.E- Además el hecho de ser jóvenes y no tener tanto dominio como ellos, hace que sea muy importante aprender todo lo que sea posible de su experiencia.
G.E- También la dinámica de trabajo es muy útil. Generalmente se prepara una pieza en particular para que luego el profesor de su recomendación, lo que genera una interacción muy beneficiosa.

- Para finalizar, ¿qué imagen tenían del futuro cuando empezaron a presentarse?
F.E- Es cómico pensar que al principio yo no esperaba nada, ya que era el menor y todo esto parecía como un trabajo en progreso. Todo se fue desarrollando, paso a paso, hasta llegar a lo que logramos hoy en día. No es que inicialmente pensé “quiero ser famoso”, “quiero tocar en tales lugares”, etc; realmente todo se fue dando progresivamente, y aún es así.
C.E- Yo comparto la opinión de que aún se trata de una cuestión de desarrollo progresivo, de saber qué podríamos mejorar en cada concierto, cómo concentrarnos mejor, cómo vivir mejor, aumentar nuestro repertorio. Repito, es una cuestión de ir paso a paso, y si percibimos esto, eso quiere decir que todo el trío en general ha mejorado.
G.E- En mi caso, cuando era pequeño y empecé a tocar el violín, mi sueño era tocar en el escenario, ya que en el inicio sólo estudias en tu casa y en la clase. Es interesante que hoy en día ese sueño se ha cumplido, pero no del todo, ya que cada vez que estoy en el escenario, pese a que no es algo nuevo, sigue siendo muy especial. Por lo tanto mi sueño aún sigue conservando su condición de sueño.
C.E- Exacto. Nosotros queremos hacer la mayor cantidad de conciertos que nos sea posible.
G.E- La mejor manera de comunicarse con la gente es a través del escenario. Es grandioso poder sentir y compartir las reacciones y emociones del público ante determinada música al mismo momento, para que luego termine y nos quede un recuerdo único y placentero. Eso es algo muy valioso.

8 de junio de 2010

RUSSIAN VIRTUOSI OF EUROPE - 22 de mayo


ENTREVISTA A YURI ZHISLIN, violinista y director de Russian Virtuosi of Europe.
-¿Cuándo empezó a tocar y por qué lo hizo?
-Empecé a estudiar violín cuando tenía seis años, y contaba con una extensa tradición musical en mi familia, ya que cada miembro de mi familia es o era músico en aquel entonces. Mayoritariamente violinistas o pianistas. Eso me hizo sentir que debía, de alguna manera, continuar las tradiciones de mi familia. Y la verdad es que no me arrepiento de haberlo hecho. Estoy muy feliz con lo que estoy haciendo. Me encanta.

-¿Cómo recuerda aquellos días en los que se iniciaba en su carrera?
-Como cualquier niño no tenía ganas de estudiar todos los días, pero con la ayuda mis padres y mis profesores, fui aprendiendo poco a poco, que tenía que trabajar muy duro para conseguir buenos resultados.

-¿Cuándo comenzó a estudiar intensivamente?
-Creo que me di cuenta que tenía que estudiar mucho más, cuando terminé de estudiar formalmente. Ahí empiezas a pensar que no tienes a alguien para ayudarte, y que tienes que hacer las cosas tú mismo. Debes concentrarte mucho y decirte a ti mismo que debes trabajar duro.

-No sólo proviene de una familia de músicos, sino que está ahora casado con Natalia Lomeiko, violinista también. ¿Cómo le resulta convivir con alguien que comparte su oficio?
-Nosotros nos ayudamos mucho el uno al otro, y tenemos varios proyectos juntos. Yo toco viola también, y grabamos recientemente un disco para Naxos, que va saldrá en los próximos meses. El disco consiste en dúos para violín y viola de varios compositores. Hay una gran retroalimentación entre uno y el otro a la hora de tocar.

-¿Cuánto hace que están juntos?
-Nos conocimos en Londres hace unos siete años, y llevamos tres años casados.

-¿Qué nos puede decir de las obras programadas para ésta noche?
-La primera pieza que vamos a tocar es el Adagio del Quinteto en fa de Bruckner. Normalmente se toca como parte de un quinteto de cuerdas obviamente, pero también es posible tocarlo como una pieza independiente. Es una obra increíble, llena de emoción, que considero que es perfecta para abrir el programa. La segunda obra es el concierto para violín y piano de Mendelssohn, compuesto para interpretar junto a su hermana. Era muy joven cuando lo escribió, y eso se trasluce en el resultado final, ya que está llena de juventud e inocencia. En la segunda parte tocaremos el Andante Cantabile de Tchaikovsky, y terminamos con el Divertimento para cuerdas de Béla Bartók. Esta es una obra fantástica escrita por Bartok en 1947, para una orquesta de cámara de Basilea, Suiza.

-¿A qué se apuntó con la elección de estos compositores?
-Los elegimos especialmente para presentar estilos diferentes en las audiencias que hemos recorrido con la gira.

-¿Cuál es su concepto de virtuosismo?
-Pienso que un virtuoso es quien da lo mejor de lo que se puede demostrar en nuestra profesión. Nosotros cuando trabajamos intentamos combinar, en su máxima expresión, las emociones y la técnica. Pero lo más importante, es que tenemos una amistad muy especial entre todos, y queremos compartir eso con el público.

-He escuchado varias veces que los violinistas deberían saber tocar la viola también. ¿Cuál es su opinión al respecto?
-No tienen por qué tocar viola, pero los que pueden combinar los dos, lo hacen. Yo lo hago porque no siento dificultad en cambiar de un instrumento al otro. De todas formas, no prefiero ni violín ni la viola. Me gustan mucho los dos.

-Pero aquellos que toquen ambos instrumentos, ¿se ven beneficiados en algún aspecto?
-Sí. En mi caso particular, si toco dos instrumentos en un concierto, por ejemplo, viola y después violín, siento el sonido más profundo y me ayuda.

-¿A quiénes admira en el plano musical?
-Yo tengo muchos ídolos, o podría decirse héroes, y no son sólo del ámbito clásico. Dentro de los compositores que más me gustan están Bach, Mozart, Brahms, Tchaikovsky, Rachmaninoff y Richard Strauss, y como violinistas admiro a Kreisler, Menuhin, Heifetz y Milstein. Por otro lado, me encanta el jazz; Oscar Peterson, Ella Fitzgerald, Frank Sinatra. También la música de pop, ya que crecí con grabaciones de Queen y Michael Jackson. Por desgracia, ninguno de los artistas mencionados están con nosotros.

-¿Cómo ha recibido el público londinense a Russian Virtuosi of Europe?
-Pues muy bien. Hemos tocado nuestro primer concierto hace tres o cuatro años, y recibimos una crítica muy entusiasta. Tenemos otros dos proyectos en Londres en los próximos seis y siete meses, los cuales espero que tengan buen recibimiento también.

-¿La audiencia inglesa es ávida de la música rusa?
-Sí yo creo que sí. La música rusa siempre les gusta y es muy popular en general. Pero yo siempre intento tener un buen balance en la programación; no sólo presentar música rusa sino otros estilos también.

-¿Una reflexión final?
-Me siento muy feliz que estoy haciendo lo que amo, y que pueda estar haciéndolo con mis amigos. Espero que siempre podamos compartir nuestro arte con los oyentes.